Esta semana la entrada a nuestro blog trata de los autoclave dentista. Os queremos presentar nuestra línea de autoclaves con cuatro modelos diferentes de clase B (8L, 12L, 18L y 22L) y 1 modelo de clase N. De esta manera atendemos a las diferentes necesidades del mercado.
Antes de explicar los modelos de autoclaves queremos realizar una breve introducción al proceso de esterilización y los distintos tipos de autoclaves que existen en el mercado.
La esterilización es el proceso mediante el cual se eliminan los microorganismos que puedan estar presentes en un objeto (instrumentos y materiales que se utilizan en la práctica profesional) con la finalidad de evitar posibles infecciones. Este proceso es realizado por los autoclaves, aparatos compuestos por un recipiente metálico de paredes gruesas y con cierre hermético que trabajan a alta presión para conseguir una esterilización con vapor de agua. La presión elevada permite que el agua alcance temperaturas superiores a los 100°C eliminando la totalidad de los microorganismos.
Existen tres clases de autoclaves en función del tipo de materiales que pueden esterilizar. Los más comunes son:
Autoclaves de clase N: son los más sencillos ya que tienen unas dimensiones reducidas y sirven para esterilizar material simple como, por ejemplo, bisturís. La letra "N" significa "naked" (desnudo) por lo que no sirven para la esterilización de instrumentos embolsados ni materiales textiles. Por este motivo no son aconsejables para el uso en clínicas dentales pero si para centros de estética o clínicas veterinarias.
Autoclaves de clase B: este tipo de autoclaves tienen unas dimensiones reducidas pero cuentan con unas altas prestaciones. Pueden esterilizar cualquier tipo de instrumentos: materiales porosos con huecos ciegos, instrumentos embolsados y elementos textiles. Este tipo de autoclaves realizan el vaciado y secado de los instrumentos embolsados permitiendo su almacenaje después de su esterilización. Por lo tanto, son los más recomendados para las clínicas dentales, laboratorios, hospitales, etc.
Autoclaves de clase S: este tipo de autoclaves son la clase intermedia entre los de clase N y clase B. Pueden esterilizar productos porosos embolsados, así como pequeños elementos porosos y/o instrumental con cavidades profundas y anchas, por eso se emplean con más frecuencia en laboratorios. Este modelo de autoclaves no permiten la esterilización de elementos textiles por lo que no se aconsejan para su uso en clínicas dentales.
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