La periodontitis, más conocida como enfermedad periodontal o piorrea no solo inflama y hace que sangren las encías, sino que como hemos explicado anteriormente destruye paulatinamente los tejidos de soporte del diente: hueso alveolar, encía y ligamento periodontal. Si no se trata, el resultado final acaba siendo la pérdida de piezas dentales. Además de las consecuencias estéticas y funcionales que puede ocasionar, numerosos estudios han demostrado que la periodontitis aumenta notablemente el riesgo de sufrir otras patologías de consideración como la diabetes, ciertos tipos de cáncer e incluso el alzhéimer. Ahora, un estudio reciente ha descubierto que, además, en los pacientes que sufren cirrosis la periodontitis aumento muchísimo el riesgo de muerte.
La cirrosis se trata de un mal funcionamiento del hígado, De acuerdo con los datos de la EASL, la cirrosis es responsable de hasta un 1-2% de todas las muertes que se producen cada año en Europa. Una enfermedad, asimismo, que supone a día de hoy la primera causa de trasplante hepático. Y en este contexto, distintos estudios han alertado que los pacientes con cirrosis hepática suelen, por lo general, presentar una mala salud bucodental y padecer periodontitis. Un aspecto muy a tener en cuenta dado que es bien sabido que la enfermedad de las encías está implicada en la progresión de las enfermedades hepáticas y condiciona el pronóstico y la viabilidad del injerto en pacientes que han recibido un trasplante de hígado.
Los resultados mostraron que la periodontitis avanzada se asoció con una mayor tasa de mortalidad por cualquier causa, muy especialmente por las complicaciones de la cirrosis. Una relación, además, que fue independiente del resto de factores de riesgo de deceso asociado a la cirrosis, caso de la edad, el sexo, el consumo de alcohol, el hábito tabáquico, la dieta, el estadio y etiología de la cirrosis, y la presencia de otras enfermedades –o ‘comorbilidades’.
Hay que cuidar las encías
En definitiva, y a la luz de las nuevas evidencias, es necesario que los pacientes con cirrosis hepática, sea cual sea su causa, presten una atención aún mayor, si cabe, a su salud bucodental con el objetivo de evitar el desarrollo de la periodontitis.
Vuelve a confirmarse que es fundamental mantener a raya la inflamación de las encías, pues tiene una importante repercusión sobre la salud general. La ortodoncia contribuye a evitar los problemas de las encías, pues los dientes bien alineados pueden limpiarse más exhaustivamente que aquellos apiñados o torcidos, que son más susceptibles de acumular placa o sarro. Especialistas piden que se investigue más a fondo este aspecto para determinar de forma concluyente si en los pacientes con cirrosis ayudaría en su pronóstico un mejor cuidado de las encías.
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