En el sillón dental es dónde se pasa casi el 100% de la consulta y se ejecutan las operaciones más delicadas, por lo que es muy importante invertir en uno de calidad.
El sillón dental es la herramienta para el paciente. En ella, él debe sentirse lo bastante cómodo y confortable como para no moverse mientras el dentista está trabajando. Pero también es una pieza importante para el profesional. La forma que el sillón tenga y cómo sitúe al paciente, tendrán un efecto directo sobre la forma de trabajar y la eficacia y rapidez en su visita. Un buen sillón dental mantendrá al paciente en una buena posición para si mismo y para la postura del dentista. Las sesiones odontológicas suelen ser largas y muy precisas, por lo que este aspecto es uno de los fundamentales a tener en cuenta a la hora de adquirir un equipo dental.
Un buen sillón dental deberá tener las siguientes características:
- Anatómico: El respaldo del sillón deberá presentar la forma anatómica que presentan, por ejemplo, los coches. Esto hará que la espalda del paciente no sufra y pueda permanecer un largo periodo de tiempo recostado y sin necesidad de moverse.
- Partes articuladas: brazo, respaldo, asiento, reposabrazos y reposapiés. Dependiendo de la estatura del paciente, será necesario incorporar el sillón de una forma u otra. Todas las partes móviles del cuerpo de paciente deben ser también partes móviles en el sillón, de manera que el mínimo cambio que se necesite, pueda realizarse. También depende de la forma física del doctor y el procedimiento que vaya a realizar, se necesitarán ajustar las partes móviles del sillón para que su postura también sea cómoda y pueda trabajar durante un largo periodo de tiempo, sin problemas.
- Movible mediante botones: Mover las partes articuladas con la fuerza puede provocar cambiar demasiado la posición exacta en la que queremos tener al paciente. Sin embargo, los botones ayudan a un movimiento preciso, ni más ni menos, que buscamos. Al no ser manual sino mecánico, conseguiremos también que el sillón no ceda ni un milímetro, y poder así trabajar con más tranquilidad.
- Pié neumático: Es esencial que la altura y movimientos del sillón dental se efectúe con el pie. El dentista suele tener la mayor parte del tiempo, por no decir toda, las dos manos ocupadas en la zona bucal del paciente. En ocasiones, la operación que el dentista esté efectuando sobre el paciente no puede ser interrumpida pero se necesita un movimiento concreto del paciente, así que controlarlo desde el pié es la mejor opción.
- Tapizado impermeable de fácil desinfección: Cada día suelen pasar por la cínica de un dentista, más de una decena de pacientes. En todas ellas se trabaja en el sillón y en muchas de ellas puede haber pérdida de fluidos o medicamentos. Por ello, lo ideal es un tapizado impermeable que no absorba estos fluidos y que sea de fácil limpieza entre consulta y consulta.
Y hasta aquí las características que debe tener un equipamiento odontologicos. Está claro que los hay más sofisticados que otros, pero estas son las partes claves que no pueden faltar para un buen trabajo y el bienestar del paciente.
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